Soy Aldy Villarreal, de 15 años de edad, orgullosa de ser argentina, sincera y siempre quiero que lo sean conmigo, celosa, caprichosa, histerica ( y lo admito jaja), libriana, idealista, imaginativa, sumisa, leal, solidaria, sociable, cariñosa, divertida, tierna, sensible, sentimental, romantica, justa, honesta, tranquila, afectuosa , dulce, delicada, caritativa, instintiva, simple, crédula, sensilla , graciosa, débil, de pelo castaño claro, ojos verdes, estatura bastante baja, amo a mi familia, amo sonreír, amo bailar, amo cantar ,amo la música, y amo a mi país. Gracias.

lunes, 10 de agosto de 2009

Un perdón no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón antes hay que estar dispuesto a reparar. ¿De qué sirve pedir perdón cuando no hay manera de reparar lo que hiciste mal?
Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Cuando no nos perdonan nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos. Un simple perdón no puede borrar el dolor que se causó.
Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismos provocamos. Insuficiente y a destiempo. Recién cuando nos hacemos responsables de lo que hacemos, ahí se puede empezar a construir algo distinto.
Suplicando a los gritos, de rodillas, implorando en todos los idiomas, pedir perdón no alcanza, no repara, no alivia si no nos hacemos responsables de nuestras acciones.
Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Porque un simple perdón no pude borrar el dolor.
Hay cosas imperdonables aunque se pida perdón en todos los idiomas.