Debo admitirlo, detrás de mi salud, está mi mayor miedo de hoy en día. Siento dentro mío todo se desbarata. No sólo mi alma y mi corazón sufren de una depresión que creo que hasta a quienes me rodean se la transmito sino que también mi falta de todos los tipos de vitamina, calcio, potasio y desmanes me están matando muy lentamente, agonizando, haciéndome caer poco a poco. Todo mi cuerpo se queja por dentro cada vez que hago algún esfuerzo ya sea por realizar sobreesfuerzos o salir a correr. No tengo miedo en admitir que tengo miedo. No solo de los médicos y exámenes a los que ya me obligan someter, sino también a los resultados de los mismos estudios. No quiero más dramas, no quiero más molestias ni complicaciones pero indirectamente lo estoy buscando. Mi mente anhela enfermarse porque es la única salida que tiene de sentir algo y yo me callo el remordimiento al igual que los gritos y le dejo actuar. Lo último que quiero es desesperar a mi mamá & papá pero, la verdad es que nunca me dolió tanto cada parte del cuerpo. Todo se auto-destruye dentro mío y calculo que mis defensas ya no hacen nada para ayudar. Por mi lado, hago como si nada pasara. Supongo que uno comprende cuando el cuerpo ya no puede hacer nada por lo que demanda la mente. Y parece que ya se ha cansado de luchar contra quien no parece dar un paso atrás. Mi insalubridad está por encima de todas las cosas sanas que puedo tener y ofrecer. Me hago la desentendida y miro hacia otros lados pero sé muy bien lo que está pasando dentro mío y sólo puedo decir que no me gusta para nada el porvenir…