Soy Aldy Villarreal, de 15 años de edad, orgullosa de ser argentina, sincera y siempre quiero que lo sean conmigo, celosa, caprichosa, histerica ( y lo admito jaja), libriana, idealista, imaginativa, sumisa, leal, solidaria, sociable, cariñosa, divertida, tierna, sensible, sentimental, romantica, justa, honesta, tranquila, afectuosa , dulce, delicada, caritativa, instintiva, simple, crédula, sensilla , graciosa, débil, de pelo castaño claro, ojos verdes, estatura bastante baja, amo a mi familia, amo sonreír, amo bailar, amo cantar ,amo la música, y amo a mi país. Gracias.

lunes, 23 de mayo de 2011

Te voy a denunciar, sí, porque me dejas aqui rodeada de tiempo y sin un mínimo beso que darte. Asíque te voy a poner la denuncia que no te han puesto en tu vida, voy a llamar al juez, que tus besos no se alejen ni un milímetro de mi piel nunca más. Eso voy a hacer. Dejarte sin un duro. Acercarte a mi hasta que no puedas más. Proclamar la comisura de tus labios propiedad privada. Eres un imbécil. Vuelve. Que te echo de menos.
Me gusta pensar que lo imposible no existe, que es sólo una palabra que a veces utilizamos por miedo a fracasar.
Cómo nunca me acuerdo de nada, me resulta muy fácil olvidar. Olvido rápido, sin ningún esfuerzo, puedo olvidar semanas en un par de minutos si me concentro y pienso muy muy fuerte. Así es cómo consigo querer a ratos. Así es cómo conseguía dormirme llorando y levantarme a saltos. Qué raro esto de la memoria.. y qué bonito. Olvidar tambien es triste. Pero yo sigo pensando fuerte, y así no recuerdo nunca. Así cada mañana de tu vida se convierte en la primera. La primera vez que sonríes, la primera vez que te encuentras con él y piesas joqueguapoes, el primer abrazo, el primer madrugón.. Y siempre es mucho más bonito empezar de cero. Mucho más bonito. Pero a mi hace mucho tiempo que no me apetece olvidar, y tengo miedo.
La forma en que sonríes cuando eres feliz, pero feliz de verdad, y tus enfados tontos cuando yo me pongo más tonta todavía. Todo eso que te hace así, así cómo yo te quiero. Así cómo a mi me gustas, de esa forma. Tienes defectos pero aún sigo pensando en si no los tubieras, y en lo raro que sería que fueras tan perfecto. Yo no quiero tenerte perfecto conmigo ni con nadie. Te quiero a tí. A esos gestos raros que haces cuando crees que nadie te mira, y a la manía que tienes de quitarme las cosas de las manos.
Te quiero de esa forma tan mía que tengo de quererte.
Lo malo de sentirte alguna vez "a tres metros sobre el cielo" es que según esa mierda de ley de la gravedad, si algo sube, tiene que bajar. Y no podemos pasar mucho tiempo sin la sensación de vértigo en la boca del estómago, porque somos tan altamente volubles, que terminamos cansándonos de la monotonía. Y ahí radica la mayor regla de esta mierda de juego, sólo se trata de sobrevivir. De probar cuánto más podrás aguantar.
No quiero que te vayas, y no me refiero al hecho de quedarte conmigo, no quiero que cambies, quiero que seas como eres, que sigas tal y cómo te conozco. Prométeme que no vas a cambiar, que el tiempo no me hará cansarme. Quiero estar segura de que, si dentro de 10 años te vuelvo a ver, seguirás siendo ese Tú que conozco y que me encanta. Quiero saber que no voy a notar la rara sensación de que serás un desconocido para mí después de un tiempo. Quiero que no te vayas, quiero tenerte como eres por muy lejos que me haya ido. No quiero que te vayas, ni que te hagan irte, no quiero que cambies. Y no quiero notar el tiempo y sus tontas consecuencias.

Tengo que contarte una cosa. El otro día me acordé de que yo hice lo mismo que tú. Le odié durante un tiempo pero si le miraba a los ojos, me comportaba como si no hubiera pasado nada, le quería y eso no lo podía evitar nadie. Le trataba como a un amigo de toda la vida, con los que puedes contar para cualquier cosa. Yo también. Yo también contaba cuentos a la gente y les hablaba de lo mucho que le odiaba. Yo también. Pero yo también guardaba en un rinconcito una pizca de esperanza que me llevara de vuelta con él. Y si se acababa la esperanza, yo decía que le odiaba. Pero yo no cometí el error de atentar al amor y no mirar de frente bien alto, de ponerme guapa y salir a la calle a pasármelo bien, a gritar como una loca y a reírme por tonterías. Hazlo bien ahora que puedes. Vístete y sal a la calle, ponte los tacones más altos que tengas y sonríele al espejo. Ponte demasiado maquillaje y el escote que nunca te pondrías. Vive.
Amor es tonto, y no me cree cuando le digo que le quiero más que a mí. Amor no se da cuenta de que cuando sonríe está mucho más guapo.. no se da cuenta pero sonríe y a mi me tiemblan las piernas. Amor tiene detalles que hacen que le quiera cada día un poquito más. Amor es diferente, es cómo yo lo quiero. Amor me deja hacerle feliz y sabe cómo hacerme feliz. Sólo amor sabe cuánto soy capaz de darle, y sólo amor es capaz de darme tanto. Amor cuenta las cosas cómo yo no se contarlas, y me encanta escucharle.Amor no se cansa de quererme y no sabe cansarse de que le quiera. Amor es bonito, y tiene los ojos color cocacola, aunque él diga que no. Amor habla despacio, y se ríe por tonterías. Estoy enamorada de amor, y no pienso cansarme. Amor no te gastes. Prométemelo.
Pasión, y un poco de poesía.
A mi lo que me gusta es descubrirme cada día.
Y conocerme otra vez. Sonreír de oreja a oreja.
No los regalos, me gustan los detalles.
Y las notas de papel.
Me gustan los besos cortos que te dejan con ganas de más.
Y el entusiasmo.
Me gusta sentirme libre, que me den cariño cuándo lo necesito.
Me gustan los abrazos de reconciliación, y las sonrisas tontas.
La risa contagiosa y los abrazos sin querer.
Me gustas sincero y mentiroso, porque te conozco cuando mientes. Me gusta que hables rápido y con ganas de contarme. Me gusta escucharte a oscuras en mi portal, imaginarme la cara que pones mientras hablas bajito y la poca luz que entra por la ventana se refleja en tu sonrisa. Me gustas los sábados por la noche cuándo te digo que me quieres más de lo normal. Me gusta cuándo respiras, cuándo te mueves dormido y cuándo noto que se te abren los ojos por las mañanas. Me gustas porque llegas a mi casa y abres muy despacio la puerta de mi habitación, porque crees que no te escucho, y porque tú no sabes que hace ya un rato que huele a ti por todas partes. Me gustas los lunes por la mañana cuando llegas con los ojos inchados del sueño, y los viernes por la noche, y tu forma de correr los domingos bajo la lluvia porque no llegamos al cine. Me gusta que te acerques despacio y me abraces por detrás, y me gusta hacerte creer que no te había visto. Me gustas con sueño, con hambre, y con ganas de libertad, me gustas todo tú, todos los días y a todas horas.
Ahora me toca a mi. ¡Vamos! Pregúntame que es lo que tú me das, lo mejor que tengo yo de ti. ¡Vamos, pregúntamelo! ¡Bueno no preguntes! Lo mejor de tí, es lo fácil que haces que sea yo misma, contigo puedo ser cómo yo quiero ser, puedo besarte cómo yo quiero besarte, puedo tocarte cómo a mi me apetece tocarte, puedo ser lo celosa que yo quiero ser, a ti puedo quererte cómo yo quiero quererte, y no sé si lo sabes o te apetece saberlo, pero ¡¿sabes también una cosa?! ¡Sí! ¡Mira! !¿Ves?! A ti puedo hacerte feliz. !Sí! Sonríes cómo yo quiero ver que sonríes. Te hago feliz, y hacía mucho tiempo que no tenía tantas ganas de hacer feliz a nadie.