Soy Aldy Villarreal, de 15 años de edad, orgullosa de ser argentina, sincera y siempre quiero que lo sean conmigo, celosa, caprichosa, histerica ( y lo admito jaja), libriana, idealista, imaginativa, sumisa, leal, solidaria, sociable, cariñosa, divertida, tierna, sensible, sentimental, romantica, justa, honesta, tranquila, afectuosa , dulce, delicada, caritativa, instintiva, simple, crédula, sensilla , graciosa, débil, de pelo castaño claro, ojos verdes, estatura bastante baja, amo a mi familia, amo sonreír, amo bailar, amo cantar ,amo la música, y amo a mi país. Gracias.

martes, 13 de julio de 2010


Ella dice: Odio cuando quiero algo y no sé cómo luchar contra mi cabeza diciéndome que pare.
Psicólogo dice: ¿Por qué paras entonces?
Ella dice: ¿Instinto, razonamiento, lógica, miedo? Desconozco el motivo. Por algo vine. Para que me aconseje.
Psicólogo dice: No puedo aconsejarle, sólo puedo hacerle ver que es lo que desea con claridad. Nada más. Nada menos.
Ella dice: Entonces devuélvame la claridad y la capacidad para entenderme.
Psicólogo dice: Usted pide mucho mujer. ¿Es que no se da cuenta que lo más difícil de ver es lo que tenemos enfrente nuestro?. Quizás, el problema esté en no poder admitirlo y enfrentarlo.
Ella dice: No le quiero, no debo, no tengo que hacerlo.
Psicólogo dice: Quiere, quererlo con locura. Y de hecho, lo hace inconscientemente.
[Silencio]
Ella dice: Debe de haber un error Doctor.
Psicólogo dice: ¿De qué error me habla usted?
Ella dice: Verá, me dijeron que usted era el mejor psicólogo que podría encontrar...Y la verdad es que, usted no puede ayudarme.
Psicólogo dice: ¿Cómo dice?
Ella dice: Digo, usted tiene el mismo problema que yo. Usted, al igual que yo, no quiere o simplemente no puede admitir nadie lo necesita realmente. Se la ha pasado diciéndome lo que ya sé y comprendo. Quiero que me diga algo que nunca me haya dicho nadie, ni yo a mi misma. Pero se ha pasado la sesión diciéndome y haciéndome preguntas que no son en absoluto necesarias. Debo admitir que estuvo usted a punto de hacerme caer. Lástima que se termino la hora...
Psicólogo dice: No entiendo a que quiere ir con esto...
Ella dice: Es simple, yo no puedo admitir que estoy perdidamente angustiada por una familia que nunca va a unirse y mucho menos quererme o por lo menos no de la forma en que yo le quiero y que por desgracia, es un dolor con el que tendré que convivir toda mi vida, así como una enfermedad. Así también, usted no pude admitir que su trabajo no es más que una mentira. Usted dice lo mismo que yo, con otras palabras. Nunca va a poder admitir enfrente de su mujer y sus hijos que su trabajo es simple y se basa en jugar con las palabras, con las mismas que cada paciente suyo ha utilizado.
Psicólogo dice: Me ofende, he estudiado y me he recibido para llegar hasta donde estoy.
Ella dice: Es que usted está ciego. Lo está haciendo otra vez. Rehusándose a admitir la verdad. Usted y yo estamos condenados a sufrir. Yo a no tener una familia estable y usted a no poder disfrutar y amar su profesión.
Psicólogo dice: No diga tonterías, usted no sabe nada.
Ella dice: Lo ve...Ahora, estamos los dos solos manoseando el dolor de no poder tener lo que queremos porque es más fácil no luchar y rendirse que pararse y ponerle pecho a la vida. Ahora ve, somos los dos un par de cobardes que no saben vivir y disfrutar lo que les ha tocado.